Volver a empezar...

Hoy, después de 30 años empieza una nueva vida para mi hermano Manuel, mañana pasara a engrosar la lista del paro después de trabajar en el mismo sitio, de repetir la misma rutina durante 3 décadas… No ha sido por sorpresa, ni tan siquiera por culpa de la crisis económica. A su jefe le llego la edad de la jubilación y decidió cerrar el negocio.

30 años en los que trabajo demasiado, durante mucho tiempo 7 días a la semana sin vacaciones, en los que fue leal, en los que dejo pasar otras opciones mejores por la fidelidad a ese hombre que le ofreció su primera oportunidad cuando apenas había acabado la EGB.

Después de 30 años, mi hermano y su compañero tan solo han recibido de ese hombre para el que trabajaron duro, el mínimo a que obliga la ley, ni tan siquiera un gesto para reconocer como esos dos empleados llevaron el negocio adelante…

Tampoco tuvo el detalle de dedicarles su tiempo, de hablar con ellos, quizá de ofrecerles la posibilidad de traspasar el negocio, ofrecerles su ayuda en caso que decidieran intentar la aventura por su cuenta.

Durante 30 años, ese hombre ni tan siquiera tenia que presentarse en el trabajo, ellos dos se sobraban y bastaban…. Al final de esa relación de confianza solo hubo un silencio cobarde y traicionero…

Lección aprendida, en los negocios hay que ser egoísta, no hay lealtad ni fidelidad que valga… Al final nadie se va preocupar por uno, tan solo uno mismo.

Por otra parte, se que mi hermano encontrara otras oportunidades, sin duda mejores. Siempre pensé que malgastaba su talento e inteligencia en el mercadillo, ojala este cambio forzado le ayude a ser ambicioso.

Es duro volver a empezar después de tanto tiempo, salir de la rutina, quizá aprender un nuevo oficio, pero si alguien puede hacerlo, ese es mi hermano Manuel.

Te queremos y estamos orgullosos de ti, ahora más que nunca!